sábado, 29 de noviembre de 2008

Las cenas navideñas.

Buenos días amigos/as:
hoy os voy a hablar sobre las cenas navideñas de las empresas, esas maravillosas reuniones en las que todos los trabajadores se reúnen para estar juntos y hacer piña, y los más importante fingir que nos llevamos todos bien, cosa que realmente hacemos con una gran facilidad. Las cenas son un acto de hipocresía elevada al cuadrado.
Exacto señores/as, a nadie le suele gustar ir a esas cenas de compromiso, pero por no quedar mal delante de tus compañeros, aceptas ir a dicho compromiso, y también porque quieres que tu jefe te vea implicado en el proyecto de la empresa. Pero ciertamente no tienes nada de ganas de pasar un rato con tanta hipocresía.
Por norma general, este tipo de actos comienzan en el mes de octubre en el que llega el temido día en que uno de tus compañeros, (que no amigos), dice: “este año ¿dónde será la cena de Navidad?”. En ese momento tu cuerpo reacciona y piensa: "vamos que este año me tengo que escaquear como sea, que no me trago esa cena ni borracho, algo he de inventarme". Pero tu compañero insiste en el tema y es cuando mueres al hablar y dices: “pues no lo sé, pero fijo que lo pasaremos bien, lo importante es la compañía y no el lugar”. En ese preciso momento has firmado tu sentencia de muerte, ya que tu amigo, se queda con la copla y decide que tú eres un buen candidato para ayudar a organizar dicho evento tan significativo. ¡Nada más lejos de tu intención! (Suerte que en las empresas grandes hay un denominacdo comite de festejos que se encarga de hacer los tramites, y gracias a ellos ten libras del marrón de organizar).
Cuando la cena es iniciativa particular lo tienes más fácil para escaquearte, ya que solo tienes que “ponerte” malo de repente, o bien que sea un familiar quien sufre la "dolencia", y asunto arreglado, ya que no tienes que sentirte obligado a ir porque no hay una autoridad sobre tu persona. Pero hete aquí que cuando la cena es una acto obligatorio (siempre se asiste aunque uno no quiera), ya que la organiza la autoridad que te compete en el trabajo, lo de ponerte malo va a ser que no es posible, ya que tu ausencia es destacada y el jefe se da cuenta quien es quien no ha asistido.
Ante tal obligación, no te queda otra que asistir a dicha cena, que además curiosamente, se supone que es una invitación, que luego te resulta que cuesta la friolera de 50 euros de tu bolsillo. ¿Cómo es posible?, si te han dicho que es una invitación, lo lógico es que no apoquines nada, pero resulta que la invitación, es de ti para ti, y además de mala gana.
Por eso amigos/as, las cenas de empresa si que son obligadas y además has de fingir que aguantas a tus compañeros, cuando en realidad está deseando perderles de vista, no equivoquen compañeros de curro con amigos. Que no digo que no sea posible hacerse amigos, pero aquí cada uno tiene su forma de ver las cosas y sinceramente, creo que en el ámbito laboral las amistades no son sinceras, ya que no hay que olvidar que el que hoy es tu compañero, quizás mañana pase a ser tu jefe, con lo cual la relación cambia, o peor aún pase a ser tu competencia, ya que tienen que echar a uno y tu puedes ser ese elegido en competencia con tu amigo, así que cuando menos te involucres (en el tema de amistad, no en ámbito profesional que la implicación ha de ser la máxima) con ellos, menos te costará encajar la puñalada, o darla tú, que no olvidemos que tu puesto de trabajo está en juego. Sé que más de uno le puede parecer exagerado, pero es la manera en la que yo lo veo.
Y cuando llega el día fijado ves que todos están encantados (de puertas a fuera) y que esperan la noche con ganas para reunirse otra vez con los compañeros que no hace ni 4 horas que han visto.
La verdad sea dicha, es que antes estas cenas eran más divertidas ya que era la despedida oficial del curro, solía coincidir con el último día de trabajo, pero hoy en día dicha cena se hace cuando el calendario lo permite, 12 de diciembre, y claro, no es lo mismo. Ya que las bromas que se podían hacer en estas cenas, incluyendo al jefe, ya no se hacen porque antes pensabas, "bueno ahora está las vacaciones y cuando vuelva ya no recodarán la cena", y razón tenías, pero ahora resulta que el pasado el finde, tienes que ir a currar el lunes siguiente y todavía aguantar 9 días más hasta que llegan las vacaciones. Y claro, ¿con qué cara mirarías a tu jefe el lunes sabiendo que en la cena has dicho algo que no debías por mucho que los jefes digan que en esas cenas todo es comprensible? Efectivamente no hay huevos para hacerlo, de ahí que las cenas s conviertan en actos secos y con tensión por lo mucho que medimos las palabras. En el fondo no dejamos de estar actuando para alguien pero ahora incluso después de tu horario laboral, y encima no te lo pagan, sino que pagas tú poer estar pasando ese rato.
Para acabar indicar que las cenas de Navidad debían ser libres, y si unos amigos deciden hacerla que sea porque realmente se llevan bien y quieren compartir algo entre ellos, no porque sea tradición y tengas que llevarla a cabo, por temor a represalias futuras.
Como siempre solo he contado mi verdad, sin animo de ofender a nadie, y si alguien así se ha sentido, lo siento.
Hasta la próxima;
EL ABUELO.

sábado, 22 de noviembre de 2008

Soledad de los menores, porque queremos.

Buenos días a todos/as:
Hoy os voy a hablar sobre la noticia que salió recientemente publicada en Antena 3 tv, en la cual según nos comentaban los niños de hoy en día se encuentran por las tardes bastante solos y para rehuir la soledad acuden a los sistemas informáticos, consolas, ordenadores, mp3, y demás artilugios, para poder paliar su soledad, en especial el teléfono móvil.
Realmente es preocupante ver que la mayoría de los niños de 6 a 11 años, más de del 50% de ellos poseen móvil. Señores/as, ¿realmente es necesario para estos niños poseer de una herramienta que en un principio fue creada para el uso profesional entre ejecutivos? Sinceramente no creo que sea necesario, pero hemos de ver la evolución de la sociedad y de los terminales, que en un principio eran bastante simples y poco funcionales y que a día de hoy, dichos terminales no solo son teléfonos, sino que son ya microordenadores a los cuales se les da un uso excesivo no solo para hablar que era su función principal, sino que ahora dependemos de ellos para muchas cosas cotidianas. Hemos pasado a tener una dependencia excesiva del móvil y como todo exceso en nuestra vida no es bueno.
Los niños de antes, no necesitaban de buscar dichas evasiones tecnológicas, ya que antaño, los niños tenían más tiempo de estancia con sus padres, o al menos con la madre, ya que uno de los dos progenitores solía quedarse en casa cuidando de la familia, (generalmente la mujer). Por este motivo los niños se sentían acompañados y no necesitaban comunicarse con sus amigos, ya que la compañía materna era más que suficiente. Como mucho, solían bajar a la calle a jugar al fútbol, a las chapas, o peonza y juegos típicos.tra vida, no es bueno.
A día de hoy, la sociedad ha ido evolucionando, y por eso la mujer ya goza de las mismas opciones que los hombres en el ámbito laboral (algo totalmente justo y necesario) y esto ha provocado una revolución a nivel familiar, en la que los hijos habitualmente no pueden disfrutar de ninguna compañía de los padres. Hay que aclarar que todavía los hombres adolecemos de dejar que sea la mujer la que tenga que renunciar a su puesto de trabajo y adopte el papel de madre, cuando ¿por qué no podemos ser los hombres los que sacrifiquemos nuestro puesto de trabajo? Muy sencillo todavía tenemos una mentalidad machista y no aceptamos que la mujer trabaje y nosotros los hombres estemos en casa haciendo las labores que típicamente antes hacia la mujer.
No digo que el sistema anterior fuera mejor que el actual, pero si que es cierto que al menos antes los niños no necesitaban distraerse con tecnología. Hoy por lo anteriormente citado, los padres deciden que para que sus hijos no se aburran lo mejor que pueden hacer es comprarles las consolas, los ordenadores y los móviles.
De todas las opciones anteriores, las más peligrosas son Internet y el móvil. Todos sabemos que Internet es una vía de comunicación muy peligrosa ya que podemos encontrar información nociva y por supuesto una gran mayoría de páginas en las que los contenidos son pornográficos y nada aptos para los menores. Si bien es cierto que podemos poner fire protectores y corta fuegos, pero en la mayoría de los casos no suelen ser efectivos. De ahí que siempre que los niños acceden a Internet sin supervisión adulta están expuestos a un peligro que puede conllevar daños psicológicos permanentes a nuestros niños.
El móvil es hoy en día el aparato más común entre nuestros menores y el más utilizado por tanto, el que más conflictos puede provocar.
El móvil es una aparato que funciona o bien mediante tarjeta prepago o bien, por contrato, lo que implica que lleva un gasto económico que en ningún caso los afrontan los menores, sino que son los propios padres quien les subvencionan estos gastos, lo cual conlleva que no les enseñemos la responsabilidad de gastar, ya que no son conscientes del gasto, cosa que si tendrían constancia si ellos fueran quien los pagase. Hay padres que ponen límite de gastos a sus hijos, creyendo que de esta manera van a poder controlar el uso indebido del terminal, pero en ningún caso esta limitación es controladora, solo es limitadora económicamente.
El uso excesivo del móvil produce en los niños que están solos que estén todo el día mandando msm a los amigos y que se centren más en ver su terminal que en pensar en jugar con juguetes manuales o utilizar su imaginación o leer que buena falta les hace. Este uso excesivo tan bien provoca que los niños se incomuniquen (paradojas de la vida), ya que el termina que sirve para comunicarse, hace que los niños al estar pendientes de verlo, no quieran hablar con los adultos o personas que están a su alrededor.
En definitiva que los niños que están solos, es porque los padres tienen que trabajar y por eso no pueden estar con ellos, pero para hacer más llevadero este problema lo que han de hacer estos padres, es, o bien, dejarles con supervisión de unos familiares si es posible, o bien, apuntarles a las guarderías que cada vez más ofertan los colegios de las ciudades.
Como siempre, solo pretendo indicar mi opinión sobre el asunto y no pretendo convencer a nadie, y pido perdón si alguien se siente ofendido, pero… ¡es lo que hay!
Hasta la próxima,
EL ABUELO.

jueves, 6 de noviembre de 2008

Las delicias de los ibéricos y el JAMÓN.

Buenas tardes a todos/as:
hoy voy a hablar sobre las delicias que encarna los ibéricos en las gastronomía mediterránea de la cual me siento orgulloso, aunque luego la economía manda y acabamos comiendo fast food, que no tiene nada que ver con las delicias de aquí.
Indicar que ante todo Madrid no es una ciudad en la que podamos abusar de los ibéricos, ya que los precios que nos piden por ellos es prohibitivo, y en época de crisis como la actual pocos podemos permitirnos el lujo de comprarlos y disfrutar de ellos tanto como quisiéramos. Pero la cosa cambia en el momento que abandonas Madrid y entras en Castilla La Mancha, ya que allí los precios bajan considerablemente y entonces, sí que puedes, que digo poder, ¡DEBES! pedir los ibéricos y disfrutar de ellos, ya que además hay ciudades como Salamanca en el que dichos manjares son su especialidad, como el jamón ibérico de Guijuelo, de Bejar, de Ciudad Rodrigo, y muchas otras que no podría escribir, ya que hay infinidad de localidades que destacan por su buen hacer en el embutido. (Que animal más agradecido es el cerdo, aprovechamos todo, menos sus andares).
Además en dichos lugares, un plato de ibéricos bien surtido está al alcance de 15 euros apróximadamente, cuando (comprobado está), aquí en Madrid el mismo plato (de tamaño, la calidad ya diría que lo dudo), es de 35 euros. Una diferencia de 20 euros en un plis, plas.
Es lógico que cuando abandonamos la capital y podemos ir a estas ciudades abusemos de dichos alimentos y nos pongamos "hasta la pelota", ya que no todos los días es festivo y no sabemos cuando más podremos ir a disfrutar otra vez de dicho plato de ibéricos.
En honor a la verdad no solo destaco el jamón, que todos los años voy a comprar uno, sino que también es destacable que puedas disfrutar de un buen chuletón de carne por el rídiculo precio de 15 euros y no les digo el peso del chuletón, pero les aseguro que con uno de ellos comen 3 ó 4 personas normales. Este mismo "lujo", aquí en Madrid es imposible, ya que te costaría (comprobado también), la friolera de 36 euros esa pieza de carne. Como es lógico, te quedas con las ganas y comes los filetes de babilla, que también son muy ricos, pero no es el chuletón. "Es pan para hoy, pero hambre para mañana"
Señores/as, que no seamos tontos, que aprovechemos los momentos buenos de nuestra economía y de nuestra excelente gastronomía, que en vez de gastar en viajes a Cuba y Amsterdam, (ya sabemos a lo que todo el mundo va), gastemos el dinero en comprar material de primera, (este si que es buen material y no el de los países anteriormente citados) y demonos unos auténticos baquetes.
Desterremos de una vez por todas las comidas denominadas fasta food,(si, ya sé que la economía manda), e impulsemos que abran locales en los que se especialicen en ibéricos de la tierra y una buena tortilla de papas. (Algún día escribiré sobre este plato único en el mundo y que merece la importancia necesaria).
Siempre tengo que recordar que solo escribo mi Verdad, que indudablemente no tiene porque ser compartida por todos, pero que yo destaco mis preferencias, sin querer ofender, y si así lo hiciese, lo lamento.
Hasta la próxima:
EL ABUELO.